Leticia Herrera rompe con el PRI y entrega Gómez Palacio a Morena: la traición que sacudió a Esteban Villegas
Gómez Palacio, Durango — Agosto 2025
La presidenta municipal de Gómez Palacio, Juana Leticia Herrera Ale, ha pasado de ser una figura histórica del priismo en La Laguna a convertirse en una de las principales responsables del avance de Morena en la región. En un giro que muchos califican de traición política, Herrera se distanció del gobernador Esteban Villegas Villarreal y de la coalición PRI–PAN–PRD, favoreciendo al partido oficialista en uno de los bastiones más importantes del norte de Durango.
Con una trayectoria respaldada por el poder económico y político heredado de su padre, el exalcalde Carlos Herrera Araluce, Leticia Herrera había sido pieza clave para el priismo en La Laguna. Sin embargo, fuentes cercanas al gabinete estatal afirman que la alcaldesa optó por negociar con Morena en medio de crecientes presiones judiciales, cediendo el control de Gómez Palacio a cambio de protección e impunidad.
Actualmente, Herrera enfrenta una investigación federal bajo el expediente FED/SEIDF/UEIDFF-DGO/0000943/2020, por presunto lavado de dinero, desvío de recursos públicos y delincuencia organizada, delitos señalados por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) durante la gestión de Santiago Nieto. Además, una auditoría de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló un presunto desfalco por más de 77 millones de pesos durante su administración municipal entre 2016 y 2019, mediante contratos simulados y transferencias injustificadas.
Las tensiones entre Leticia Herrera y el gobernador Esteban Villegas se intensificaron en meses recientes, luego de que esta última fuera acusada internamente de quebrar la unidad opositora en la región. La ruptura, según analistas, habría comenzado desde 2019, cuando en voz baja se dijo que Herrera operó a favor de Marina Vitela, entonces candidata de Morena.
El desenlace fue demoledor para la alianza PRI–PAN–PRD: Morena ganó Gómez Palacio, consolidando una posición estratégica que había sido resistida por el bloque opositor. La narrativa impuesta por Morena fue clara: ni los propios priistas confían ya en sus estructuras tradicionales.
Políticos locales señalan que Herrera traicionó no solo a su partido, sino también a quien más apostó por su permanencia política: el gobernador Esteban Villegas. Su decisión debilitó el proyecto estatal y permitió a Morena capitalizar la división interna en un momento clave.
La caída política de Leticia Herrera, marcada por excesos administrativos y pactos de conveniencia, refleja el deterioro de las lealtades partidistas en Durango. En la lucha por el control del norte del país, la traición vino desde casa, y con ello se cerró un capítulo del priismo que dominó durante décadas en La Laguna